FRANCES HA, de Noah Baumbach




“Meses navegando, tierra a la vista.
Todo volverá a ser como fue.”
Soda Stereo

Esta es una comedia negra plausible en todo sentido, que bien pudo vivir cualquiera de nosotros los espectadores sean cual sean las circunstancias, ya sean meses, días, horas o minutos.

Se trata de la historia de Frances (Greta Gerwig), una joven de 27 años que lleva desenvolverse en la vida neoyorquina como una artista, teniendo como objetivo principal ser bailarina, pero mientras espera contratada de la compañía en la cual aún es una aprendiz. Frances vive una intensa amistad con Sophie (Mickey Summer) a quien conoció en la universidad y es su actual compañera de cuarto. Esta especie de status quo que vive Frances se ve interrumpida en el momento en que su gran amiga le anuncia que va a ser compañera de cuarto de otra persona, golpe de timón que va a desencadenar en una serie de actos estereotipados, que caen en el cliché, del artista joven que aún no supera la adolescencia. Sin embargo, Baumbach logra complementar bien el estereotipo antes mencionado ya que Frances tiene una personalidad bastante particular, que en lo personal me choca, caracterización que es muy bien lograda por la actriz. El director logra ambientar bien a la protagonista con un círculo de individuos que varían en personalidades y estatus social.

La película es escrita por el director y Greta Gerwig, consiguiendo que en ningún momento la película se transforme en un drama denso, pero que tampoco cae en el sarcasmo brutal de otras comedias negras, escogiendo los ingredientes como si estuvieran cocinando una receta de manera exacta. Los personajes secundarios tienen cada uno momentos puntuales que en ningún momento lograron generar una sensación de aburrimiento, pero tampoco causaron una emoción que invitara a investigar más al respecto de cada uno.

La película es breve, pero no requiere de más, el tiempo utilizado es un factor del cual obtiene mucha ventaja en este sentido Baumbach sabe que armó algo que no requirió mucha meditación al respecto, por lo que se esmera en aprovechar cada momento de esta para destacar. La música escogida es realmente notable, refleja fielmente el momento que vive la protagonista y es acorde a cada decisión que va tomando en el transcurso de la película. Junto con aquello, la fotografía de Sam Levy complementa muy bien el desarrollo de la misma, captando el reflejo del estereotipo en determinados momentos, aprovechando la decisión de Baumbach de que esta historia se nos presente en blanco y negro.

Esta historia tiene un mensaje polifacético, que cada uno puede interpretar de acuerdo con el momento de la vida que esté viviendo, lo cual no quita esa sarcástica risa que nos entrega al ver al personaje caer en aciertos y errores indiscriminadamente; pero sin duda que Noah en este filme del 2012 comienza a cimentar una buena estructura cinematográfica esperanzadora, tangible en este 2020 luego de dos grandes películas como “Los Meyerowitz: la familia no se elige” e “Historia de un Matrimonio”, su gran caballo de batalla hoy por hoy. A veces no todo sale como lo tenemos planeado o, por el contrario, no actuamos lógicamente teniendo las cartas sobre la mesa, pero de eso se trata la vida, de seguir remando contra la corriente que es exactamente lo que nos intenta decir Frances.



Daniel Solervicens G.

Frances Ha
Estados Unidos, 2012
Dirección de Noah Baumbach

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HOLY SPIDER, EL TEJIDO SAGRADO DEL ASESINO

CINÉFILOS VS FANBOYS (y otras cosas)

EL PRODIGIO: LOS ARTIFICIOS DE LA RELIGIÓN Y EL ARTE