HANNIBAL, de Ridley Scott



La mente detrás de la bestia

Las novelas siempre han sido una inspiración para la industria del cine ya que se propone un objetivo no menor; lograr captar en imagen el momento único en que los lectores nos adentramos a una realidad vista solo en letras. Esta película es un ejemplo de ello ya que está adaptada de la novela homónima del autor estadounidense Thomas Harris. Además, la puesta en escena de este libro tiene una primera parte (que también fue filmada) bastante singular en el cine; "El Silencio de los Inocentes" (1991) fue la última película ganadora en los premios Oscar en las 5 principales categorías del certamen (película, director, guión adaptado, actor y actriz principal). Teniendo en cuenta estos dos motivos, uno esperaría de Hannibal una cinta con "status y personalidad" para sus espectadores, hecho que me parece muy bien logrado ya que nuestro protagonista muestra todo su intelecto desatado en una adaptación llena de emoción, encuadre y crimen.
En estas dos películas, los títulos nos dan evidencia de su personaje principal. Mientras la primera entrega hace referencia a un pasaje personal en la vida de la agente Clarice Starling, esta secuela dedica total alusión al destacado médico caníbal Hannibal Lecter. Nos situamos 10 años después que el doctor Lecter ayudara a la agente Starling con el hallazgo del asesino Buffalo Bill, con la condición de que Clarice compartiera vivencias personales con él, generando así un vínculo "especial" entre ellos y que en este momento deberá surgir nuevamente.
Con la intención de explorar la personalidad, destreza y genio de nuestro protagonista, Hannibal es un film que juega con la idea de que el cazador puede llegar a convertirse en presa, manteniendo a la audiencia en una intriga constante. Mason Verger (Gary Oldman) es un millonario, víctima de Lecter (Anthony Hopkins) que busca venganza a toda costa luego que lo dejara parapléjico y con una desfiguración de su rostro que no le permite pestañear ni comer como una persona normal. Mientras tanto en Florencia, el doctor Fell (Lecter) busca obtener el puesto vacante de conservador en una biblioteca luego de que su predecesor desapareciera sin dejar rastro. Para investigar este caso, el inspector Pazzi (Giancarlo Giannini) deberá estar atento a los movimientos de Lecter sin el cuidado, en principio, de saber quién es en realidad. Por último, la agente Clarice Starling (Julianne Moore) deberá lidiar con Mason Verger, quien solicitó su presencia exclusiva para entregarle nueva información sobre su victimario y así formular un nuevo caso contra Hannibal Lecter pero ahora en la lista de los 10 más buscados por el F.B.I.
Tomando el mando en este proyecto, el director Ridley Scott (Alien, Gladiador, Ganster Americano) aporta una estética precisa y una filmación de excelencia que va acorde al sentir de la trama. Scott se toma su tiempo para presentar cada personaje con luces y sombras, usa las localidades reales para poder involucrarnos con la historia y la cámara hace acercamientos o alejamientos de nuestros personajes buscando la sensación del momento; tensión, miedo, persecución, acción. Como el cine es imagen y sonido, la música en esta película también logra sobresalir. La música de Hans Zimmer (la trilogía de Batman) juega aquí un rol clave; por ejemplo, en sintonizarse con Lecter cuando este no habla, vale decir, cuando piensa o siente, la mayoría de ellos son serenos pero con saltos precisos. La música está presente en un 80% de la película porque los diálogos de los personajes tienen intencionalidad o misterio, manteniendo al espectador atento a lo que ocurre en escena y en conexión con el sentir de los personajes.
En relación a la continuidad con la primera cinta, unos de los cambios más significativos es en el rol de Clarice Starling, quien en la primera entrega fue personificado por Jodie Foster (Taxi Driver, Contacto, La Habitación del Pánico). En esta oportunidad, Julianne Moore presenta una personaje más madura pero sin dejar de lado su pasado con Lecter, quien aún tiene una presencia latente a medida que la trama avanza. Por ello, me parece que su trabajo en la película está en muy buena sintonía con la historia de Foster y además, logra aportar rasgos más emocionales a esta mujer que ahora decide enfrentar a Lecter desde una posición diferente.
Resumiendo lo comentado previamente, Hannibal resulta una película de suspenso, donde se espera que la audiencia logre vincularse a la historia, disfrutar sus encuadres, músicas y actuaciones dando énfasis en que el mundo que se muestra en la pantalla está en referencia a nuestro protagonista, por cual, este mundo es metódico y pensativo pero también cruel y bárbaro.

Andrés Cornejo Cuevas
@Roylives

Hannibal
Estados Unidos, 2001
Dirección de Ridley Scott

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