HELL OR HIGH WATER, de David Mackenzie




Un neo-western que sorprende de grata manera al representar una lucha que viven muchos en el hoy por hoy. El director David Mackenzie, quien no tiene una trayectoria tan connotada como otros, pero que se atreve en esta película y consigue realizar un excelente trabajo al aprovechar el gran guion de Taylor Sheridan (Sicario, Sicario: Día del Soldado) el cual es ejecutado pulcramente por el reparto de la película.

Comenzando por cómo se presenta la historia y se introducen los personajes, sin poseer ningún elemento fuera de serie en comparación a otros westerns, haciéndolo incluso predecible a momentos, pero cuya sencillez es perfectamente interpretada especialmente por el dúo de protagonistas realizado por Chris Pine y Ben Foster, quienes convencen y cautivan desde el minuto que aparecen en pantalla al simbolizar a ciudadanos comunes y corrientes que no escapan de la realidad; para que decir algo al respecto de Jeff Bridges, cuyo desplante es ya natural en este tipo de películas debido a su tremenda experiencia. Actuaciones que sin duda me causaron una gran convicción como espectador.

La fotografía y edición ambientan muy bien las imágenes en las cuales transcurre la trama, siempre destacando que es una caracterización cercana al año en el que vivimos y no lejano como uno pudiera imaginarse de un western, sin embargo, no destacan pero tampoco defraudan, lo cual puede mejorar el director a futuro. La música elegida en determinados momentos no es la más precisa, lo cual personalmente me dejó con gusto a poco ya que la sensación que queda es que se pudo complementar de mejor manera escenas específicas.

Para resumirlo lo positivo de esta película en una frase, mientras me decidía en mi lista de Netflix, fui por cobre y terminé encontrando oro.

Daniel Solervicens


Hell or High Water
Estados Unidos, 2016
Dirigida por David Mackenzie

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