THE GRAND HOTEL BUDAPEST, de Wes Anderson
(Tras mi fallida experiencia haciendo una grabación respecto a este film, decido escribir mi crítica en base a mis notas. Espero sea de su agrado)
A esta película ya la esperaba con ansias el año 2014. En 2002, y durante una cita doble, terminamos en cine y por el reparto entramos a The Royal Tenenbaums (2001), quedamos alucinados. Una pléyade de actorazos, diálogos punzantes, música ondera y una dirección que, a nuestros 16 años, no habíamos visto antes. Nos sorprendió. Me enganchó. Una bomba de estilo. Después de eso, siempre estuve atento a la próxima película de don Wes.
Y es que Anderson llegó a esta entrega tras 7 películas de calidades variadas, pero con algo que se mantiene en cada una de ellas, el estilo. Decirle a alguien que una película parece de Wes Anderson ya le deja en claro que tipo de película es.
Pero, ¿qué se puede decir de una película de Wes Anderson que no se haya dicho?
Este film tiene personajes entrañables, estructura con capítulos, una dirección y fotografía de precisión suiza, una atención al detalle total y un ritmo frenético, pero que permite que puedas apreciar cada uno de los detalles que el diseño de producción puso en pantalla. Y probablemente son cosas que se pueden decir de todas las películas de este realizador. Sin embargo, decir esto de "El Gran Hotel Budapest" no es decir que WA está repitiendo la fórmula, porque no se siente fórmula, se siente cariño (y sí, se puede decir eso mismo de las otras películas de WA).
La historia es sencilla, se trata de las aventuras del consiérge del gran hotel Budapest, M. Gustave y su botones Zero Mustafa, en torno a la muerte de una de las ancianas amantes de M. Gustave y la eventual herencia del gran hotel por el joven Lobby boy. Que a larga yo la siento como una excusa para mostrar muchas locaciones hermosamente hechas, particulares personajes y una triste historia de amor. Y todo esto a la décima potencia.
¿Porqué creo que están tan aumentados estos aspectos del film? Me da la impresión que esto se observa en la primera secuencia. Se observa a una niña que se dirige a un busto con un libro en la mano. Ese busto es del autor del libro, corte al autor contándonos como supo esta historia, se la contaron cuando él era joven. ¿Pero quién se la contó? En un viejo hotel Budapest, un también anciano Zero Mustafa le cuenta a nuestro autor como llegó a ser propietario del lugar donde estaban conversando. De manera cinematográfica nos está contando que lo que vamos a ver es producto de un largo juego del teléfono, nos llega una versión que tiene, probablemente, mucho de los portadores de la historia. Creo que acá es donde radica la "justificación" de lo caricaturezco de los personajes y lugares del film.
Producto de esta deformación en el traspaso de la información es que WA puede entregarnos personajes como una nonagenaria Madame D. interpretada por una muy maquillada Tilda Swinton o el amor de nuestro lobby boy, Agatha, una bella chef con una cicatriz con la forma de México en la mejilla. También las locaciones de esta película parecen salidas de un libro de cuentos, el Gran hotel Budapest, la pastelería Mendl's, el tren, la casa de Madame D en Lutz, la cárcel, el monasterio, todos lugares que son un personaje más. Estos oníricos lugares y peculiares personajes le dan vida a un filme que se detiene en planos abiertos para mostrarte los detalles del ambiente y cerradísimos para que no podamos olvidar a cada uno de los personajes. Y son inolvidables.
WA, en ésta, su octava película alcanza cotas altísimas en cada uno de los aspectos que hacen de una película su película. Y me da la impresión de que ha llegado a su techo, un muy interesante techo donde lo que le falta al director es seguir haciendo esto mismo pero sobre más cosas que lo enamoren, por que te traspasa ese amor, sea por el material donde se basan sus películas o por el hacer las películas en sí. Pero de que hay cariño hay cariño.
Ignacio Eguillor R.
The Grand Hotel Budapest
Estados Unidos, 2014
Estados Unidos, 2014
Dirección de Wes Anderson

No he visto todas las películas de Wes Anderson aún, pero es muy cierto lo que dices. Según recuerdo, ya en "Bottle Rocket" hay algunas pistas de su estilo. En la parte estética no es tan reconocible como "una película de Wes Anderson", y todo es más normal, sin embargo, al menos en cuanto a sus personajes e historia, éstos se muestran algo obsesivos, haciendo planes, y con toques de absurdo. Pero a mi parecer (y por un tema de presupuesto, seguro) es en "Rushmore" donde empieza a desplegar más su estética, incluyendo que es todo más colorido al menos que usa la separación en "capítulos".
ResponderEliminarCuando vi esta película en el cine, toda la parte en las montañas me pareció muy "de monitos animados".
Saludos,
Carolina B. Pérez.