ELLA ES CRISTINA de Gonzalo Maza




En medio de una fiesta que ha organizado en su casa, Susana (Paloma Salas), la mejor amiga de Cristina (María Derderián), cae de bruces al suelo producto de su embriaguez. La fiesta se detiene. Los invitados miran a la dueña de casa que yace en el suelo. Momento incómodo. Para el espectador una sensación de deja vú. Una escena similar había ocurrido minutos antes, sin embargo en ese momento quien cayó fue Cristina. Parafraseando a Jorge Luis Borges, “La otra, la misma”.

La primera película de Gonzalo Maza, guionista de Una mujer fantástica (2017), Gloria (2013), Navidad (2009), entre otras, es una comedia con tintes dramáticos, (o un drama con tintes humorísticos) en la línea de película indie, que relata la historia de dos amigas que sufren los avatares de sus decisiones, las buenas y las malas. Una historia femenina de crecimiento, cambio y rumbos inesperados, que se va desplegando de manera especular.

Los primeros minutos muestran a ambas amigas subiendo muebles en una mudanza a un departamento. Se las ve solas, acarreando cosas por las escaleras. Las imágenes son rápidas, planos cortos, fragmentados. En cambio, la escalera se muestra en profundidad y simetría. De las amigas, se percibe desde el primer momento que son distintas: diferentes portes, vestimentas, zapatos, aunque el blanco y negro con que se muestran estas diferencias (una luminosa elección) tiende a limar los contrastes. Al final de la escena las vemos conversando, en un sillón, Cristina sentada, Susana recostada hojea un block  de dibujos de su amiga. En ellos destacan tanto sus cualidades artísticas como el modo particular de verse a sí misma y al mundo. Hacia el final de esta conversación, se acaban los dibujos y aparecen hojas en blanco. La imagen se va a negro y emerge un cartel que dice: PRIMERA PARTE. ¿Lo que viene completará esas hojas en blanco del cuaderno de Cristina?

El relato se despliega en tres partes, donde se presentan las realidades de ambas y las dificultades que tienen para lidiar con sus propias vidas. La película en pocas escenas nos muestra sus distintos caracteres. Si en Cristina se destaca su capacidad de enredarse con hombres que solo piensan en ellos, Susana padece con su soledad y su talento de alejar a la gente que quiere. Las parejas de Cristina, Rubén (Néstor Cantillana) y Rómulo (Roberto Farías), más el padre de Susana (Alejandro Goic) son presentados como hombres odiosos, narcisistas y pueriles, en contraposición a las chicas que son dúctiles, emotivas y directas. Sin embargo, ellas discuten entre sí y sus vidas se desarrollan por separados.

Aquí la película juega con la idea del karma, un balance cósmico  que se ha quebrado. Pero al parecer este balance estaba roto de antes del inicio del relato. Hay una tercera amiga de la que solo vemos su foto en un árbol, al lado de la  bicicleta – animita que está en una plaza: el espacio de la pérdida.

El ritmo de la película es pausado, con una acertada música, que a ratos da un tono melancólico al relato. El film se decanta por un matiz más dramático al momento de mostrar a Cristina (solo roto por las intervenciones de Rómulo)  y un tono más cómico cuando aparece Susana. Hay diálogos ingeniosos y en algunos momentos hay frases que se repiten, reforzando la idea de simetría. Asimismo, hay insertos de objetos que son casi idénticos a imágenes anteriores, pero que no son los mismos, pues hay algo fracturado. La restitución de un equilibrio será la excusa para que las protagonistas encuentren algo de luz en sus respectivas vidas. Transformación que se nota también en los dibujos de Cristina. Y hacia el final, un nuevo orden, una nueva mirada.

En fin, una película con una gran fuerza íntima, alejada de los clichés cinematográficos, que indaga en el alma de sus personajes, desplegando sutiles estrategias para presentar la idea del cambio y crecimiento de los personajes. Una primera película prometedora de Gonzalo Maza, que nació como crítico de cine, se convirtió en guionista y dio el salto a la dirección. ¿Quién mejor para hablarnos de cambios y nuevos rumbos? Una grata cinta y más profunda de lo que aparenta.

                                                                                  Cristian Uribe Moreno

Ella es Cristina

Chile, 2019

Dirigida por Gonzalo Maza


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