MYSTIC RIVER: UNA PELÍCULA DE CRUCES


La película Mystic River(2003) se estrenó en EEUU el mismo año que se presentó una demanda contra la Arquidiócesis de Boston por encubrir a sacerdotes que estaban involucrados en casos de pederastia. El caso de Boston fue emblemático, pues fue el primer organismo eclesiástico en asumir la culpa institucional en este tipo de crímenes. En este contexto, apareció el filme de Clint Eastwood, tomando la novela del mismo nombre de Dennis Lehane, que pone en el centro de su historia, el abuso de un niño por parte de unos adultos.

La trama gira en torno a un trío de amigos, Jimmy Markum (Sean Penn), Dave Boyle (Tim Robbins) y Sean Devine (Kevin Bacon), unos niños que crecían juntos en un barrio obrero de Boston. Un día mientras pasaban el tiempo jugando en la calle, un auto con dos adultos que se identifican como policías, suben a Dave al interior del vehículo y lo secuestran por días. El niño logra huir de sus captores pero este hecho marca para siempre su vida y la de sus amigos. Veinticinco años más tarde, otra tragedia vuelve a unir sus destinos: el asesinato de Katie Markum (Emmy Rossum), la hija de 19 años de Jimmy. A Sean, que se transformó en  policía, le asignan el caso. Y Jimmy por su lado, busca al culpable, intentando tomarse la justicia por su mano.

¿Qué me llamó la atención del filme ahora que lo volví a ver? La forma en que aparece el símbolo de la cruz. En un primer momento, se entiende que incluir el símbolo es obvio dada la vinculación directa con la comunidad católica en que se centra el relato. Pero en una revisión un poco más precisa, el uso de tal emblema se transforma en un leit motiv icónico de la historia. Por lo que se puede interpretar a la luz de los hechos narrados.

La cruz es obviamente el símbolo de la cristiandad. Como distintivo católico, la cruz[1] tiene una carga de sufrimiento, pues recuerda el calvario de Jesús y su posterior muerte para redimir los pecados del mundo. Así la cruz se transforma en representación de dolor y  salvación. Trance de sufrimiento y sacrificio máximo por el prójimo.

La primera cruz que presenta el relato, aparece cuando secuestran a Dave. Uno de los pederastas que va en el auto, al momento de subir al niño, se da vuelta y el primer plano se fija en su cara y un anillo de oro con una cruz. Luego, cuando los pederastas entran a un oscuro sótano donde mantienen a Dave encerrado, en un plano oblicuo, se ve la imagen del tipo con el anillo, además de una gran cruz en una cadena que cuelga de su cuello. La impresión que da es que es un sacerdote.

La segunda cruz que aparece es la de Celeste (Marcia Gay Harden), esposa de Dave. La noche del asesinato de Katie, este llega a su casa ensangrentado. Le cuenta a Celeste que lo han intentado asaltar y que por defenderse mató al tipo. En la mañana ella busca en los periódicos información sobre el hecho y no encuentra nada. Cuando dan la noticia de que un auto ha aparecido con signos de haber sido atacado y que la conductora está desaparecida, la imagen muestra a Celeste y detrás de ella hay una cruz. En la cara de ella, se lee  sorpresa y duda.

La tercera cruz que aparece es la de Jimmy. Cuando está en la morgue esperando ver el cadáver de su hija, llega su esposa Anabeth (Laura Linney), quien también tiene una pequeña cruz al cuello. Se ve la imagen de su llegada traspasando una puerta y el contraplano muestra la imagen de una puerta donde se cuela la luz por los intersticios y se forma una gran cruz en el piso, la imagen se desplaza hacia el lado y encontramos a Jimmy solo, sentado, esperando. Ve a Anabeth y se abrazan. Ella pregunta por Katie y él confirma que no hay dudas de que es ella la víctima, que solo falta verla.

¿Qué podría significar las cruces en la narración? Las personas que portan este signo cargan con el peso de su culpa. En términos cristianos, serían los seres que lleva el peso de sus pecados que no han sido purgados. En el caso del pederasta, funciona en doble sentido, pues los íconos sirven para establecer una relación con la figura de un sacerdote y también para mostrar que arrastra el pecado de la pedofilia. En el caso de Celeste es más sutil pero ella desde el momento que desconfía de su esposo, empieza su propio vía crucis, una rodada cuesta abajo, que terminará en la delación sobre el actuar sospechoso de él. En términos cristianos equivale a la traición de Judas. El desprecio por esta acción queda patente en la recriminación de Anabeth: “¿Qué mujer hace eso con su esposo?”. Una explicación del destierro final en que cae su personaje. La imagen de Celeste, caminado en solitario en medio de la multitud que participa del desfile, como una marginal dentro de este pequeño mundo, es clara. Así como ese cruce de miradas con Anabeth donde queda de manifiesto su desprecio hacia Celeste.

De la cruz de Jimmy, solo se tienen sospechas de su accionar. De la información que va entregando el relato, la idea de la culpabilidad se asocia, en un primer momento, a que es responsable por no subir al auto en lugar de Dave. Pero después sabemos que estuvo en la cárcel. De ahí se puede intuir que esconde un pecado. Además, su paso por la cárcel lo deja marcado (Markum, su apellido). En un momento, cuando conversa con su suegro, Theo (Dios) vemos sus tatuajes – marcas. Así queda claro que es un ser estigmatizado. En el primer interrogatorio, Witney Powers (Laurence Fishbure), el policía que acompaña a Sean, le pregunta si ha estado en la cárcel. Luego, Sean inquiere a Whitey  cómo supo que Markum estuvo en prisión, este responde: “Tiene la tensión en sus hombros de los que han estado en la cárcel”. Hacia el final, Jimmy está en su cuarto mirando hacia la calle dando la espalda. Se ve una cruz tatuada en su torso desnudo, en el momento en que se confiesa con su esposa. La tensión que percibió Whitney era la intensidad de quien carga la cruz.

Los que cargan cruces en esta historia son los que se transforman en verdugos: el pederasta del inicio, Celeste y Jimmy. La historia del filme es la subversión de la idea cristiana de expiar pecados. La culpa consume a los personajes-pecadores quienes finalmente no se redimen. La religión no da salida al infierno creado por sus propios discípulos.

Pero existe otra cruz, que da otra dimensión al relato. Después de estar a la orilla del río, meditando sola dentro de su auto, Celeste entra a su casa y Dave está viendo una película. “¿Qué estás viendo?” pregunta Celeste. “Una película de vampiros” responde y la imagen se queda con el televisor que muestra en ese momento una cruz. “Le acaba de arrancar la cabeza a un tipo” dice Dave. En ese momento, él empieza una alocución que relaciona a los vampiros y los lobos. La toma es un primer plano de su cara que habla entre luces y sombras. La imagen se asemeja a la figura de un muerto-vivo de película de terror. De los vampiros menciona: “Son muertos resucitados, pero creo que hay algo hermoso en ello”; “Quizá un día despiertas y olvidas lo que es ser humano”. De los lobos, a quienes identifica como Henry y George, sus secuestradores, refiere: “Eran dos lobos y Dave era el niño que se les escapó”; “Me enterraron en un sótano mugriento con un saco de dormir”; “Nadie vino a ayudar a Dave”; “Dave tuvo que fingir que era otra persona”; “Dave se murió, ¡No sé quién salió de ese sótano pero seguro no era Dave!“. La señal más clara del desdoblamiento o desaparición de la persona de Dave es la forma en que se refiere a él mismo, como si hablara de otro.

El problema de la identidad de Dave ya ha sido planteado antes en el principio del relato. Cuando los niños juegan y marcan sus nombres sobre el cemento fresco, el único que no termina la acción es él: “DA” fue lo que alcanzó a esbozar cuando llegaron los pederastas. Después el relato avanza temporalmente y aparece Dave ya adulto caminando con su hijo por la misma calle donde fue secuestrado. Se acercan a la acera y la toma muestra que aún continúa los nombres de sus amigos y el suyo que no alcanzó a terminar. La imagen recuerda que en términos simbólicos él no es una persona completa. O tal vez es un ente, mitad vivo, mitad muerto.

Por otro lado, Jimmy ha iniciado su propia investigación para dar con el responsable de la muerte de su hija. En esto es ayudado por los hermanos Savage (obviamente, los salvajes), siempre vestidos con sus chaquetas de cuero negro, quienes se definen como unos “murciélagos” porque trabajan de noche y duermen de día. Ellos son lo que van sobre Dave. Cuando lo invitan a subir al auto, la imagen es muy similar a la de Dave en el momento que es secuestrado por los pederastas, por lo que se siente que la desgracia cae nuevamente sobre él.

Dave, como muerto viviente, solo puede morir por una estaca. O estocada. En el momento en que Dave es obligado a confesar un crimen que no cometió, él dice algo similar a la primera declaración que hace Jimmy a la policía. Sin ninguna conexión aparente, Jimmy empieza a hablar a Sean del día que secuestraron a Dave: “¿Qué tal si tú o yo nos hubiéramos subido al coche y no Dave Boyle? (…) “Si yo me hubiese subido al coche, mi vida hubiera sido otra” (…) “Y Katie nunca hubiese nacido”. Dave alude en su alocución terminal algo muy semejante: “Esa noche en McGuills, Katie me recordó un sueño que tuve. Un sueño de juventud. No recuerdo haber tenido juventud. El sueño, sí. Sabrías de lo que hablo (Jimmy Markum) si te hubieras subido al coche en vez de mí”. Todo se reduce a vidas truncadas y vidas que fueron pero que podrían no haber sido. Al final, como una idea recurrente, asoma la noción de que la vida de los tres muchachos quedó torcida desde que la tragedia se cruzó en sus vidas. Y es una nueva tragedia lo que se cruza en sus vidas para cerrar el ciclo.

La idea de vidas cruzadas se confirma en la historia que cuenta Jimmy sobre Ray a secas, padre de uno de los sospechosos de matar a Katie. Jimmy es el fin y origen de sus propios males. La historia se vuelve cíclica y los cruces tienden a aparecer una y otra vez. En este mundo de idas y vueltas, Sean, el tercer amigo es el único que se mantiene al margen de estas venganzas. Él es el punto medio en esta tríada celestial, en esta tensión de verdugos y corderos. Sean Divine (¿divino en el sentido cósmico?) es quien investiga, quien va tras la verdad y quien da luz a todo lo que ha estado en la oscuridad. El contraste entre la luz y la oscuridad es patente hacia el final. En un corte muy abrupto, en el momento de mayor tensión, se pasa de la sombra de la noche hacia la luz del sol. Y recién nos damos cuenta que el relato ha transcurrido entre sombras y grises, noches y días, donde no se ha visto la luz del sol. Prácticamente todo y todos están envueltos en un gris permanente.

Y, ¿el río? La primera imagen que se ve en la película es el río. Después vuelve aparecer en alguna transición de una escena a otra, en tomas generales. El río se presenta como el mudo testigo de la tragedia de estos hombres. El río siempre el río, como diría Borges, desde tiempos inmemoriales alimentando y limpiando la culpa de estos pequeños seres.

                                                                                  Cristian Uribe Moreno

Mystic River

EEUU 2003

Dirigida por Clint Eastwood

 

 



[1] “La determinación más general de la cruz es la de conjunción de contenidos: lo positivo (vertical) y lo negativo (horizontal), lo superior, lo inferior, la vida y la muerte. En sentido ideal y simbólico, estar crucificado es vivir la esencia del antagonismo base que constituye la existencia, un dolor agónico, su cruce de posibilidades y de imposibilidades, de construcción y destrucción”. Pág. 154, Diccionario de símbolos, Juan Eduardo Cirlot, 9° edición, Barcelona, 1992.


Comentarios

  1. no ha visto películas https://repelis.tube y similares, parece que se pueden explicar cosas como, El bien hecho en secreto es claramente recompensado.

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