BOJACK HORSEMAN O EL PESO DE LA EXISTENCIA
Complejo es abordar una serie.
Más si se trata de Bojack Horseman,
una serie de animación para adultos, que toca una gran cantidad de temas a
través de un entramado de narraciones y referencias a lo largo de sus seis
temporadas. Al encontrarla en el streaming de Netflix hace años atrás, prácticamente
me devoré todos los capítulos de las dos temporadas que tenía en ese momento. Había
algo atractivo y corrosivo en este mundo hollywoodense de animales
antropormorfizados y hombres. Desde su hipnótico inicio, que sitúa al personaje
y sus amigos en esa casa con piscina en las colinas de Los Ángeles, en un
descanso-fiesta permanente, aparece este caballo-hombre hundiéndose en sus
aguas, recordando al personaje de Joe Gillis en Sunset Boulevard, la serie muestra que se adentrará en el corazón
de esta fábrica de sueños y ficciones. La decisión de centrar a todos los
personajes en el negocio del cine, sirve de manera perfecta para reírse de ese
mundillo de hipocresía, ostentación y hedonismo. Con las referencias a
animales, personajes famosos, películas, series y cultura en general, los
capítulos se hacían muy entretenidos.
Pero con el correr de las
temporadas, y los proyectos que consumían las energías de Bojack, debajo de
todas esas conductas alocadas y compulsivas de él y sus amigos, comenzó a surgir
algo, una línea que colocaba a la serie en otro nivel. Bajo todo este esfuerzo
de los personajes por vivir al estilo Hollywood, comenzaban a aparecer grietas
en sus vidas y en algunas ocasiones, se percibían como seres perdidos y
desvalidos. La serie entregó en pequeñas dosis los detalles que permitían configurar
la conducta de los personajes y en especial la de Bojack.
A través de flashbacks se empezó a dar pasado a estos personajes. Y
en el centro de todos los recuerdos, se mostraba continuamente el programa que
cambió la vida de Bojack. Retozando (Horsin'
Around), sitcom que llevó al estrellato a Bojack y su amigo Herb Kazzaz,
empezó a funcionar como el espejo donde se veía el protagonista. La ficción que
mostraba una familia de pequeños huérfanos, Olivia, Ethan y Sabrina (Sarah
Lynn), cuidados por Bojack, servía de referente para su propia vida. Sitcom que
era el espejo de otras sitcom de los 80 y 90, tan populares en ese entonces.
Así el programa se transformó de una serie de referencias, a una serie de
metarreferncias a través de los proyectos fílmicos y televisivos de Bojack.
La ficción y sus mecanismos se
transformaron en la base de las historias. Y el gran problema de Bojack y sus
amigos es que en medio de todos sus proyectos, en medio de su materialismo, no
eran felices. Todd Chavez su entrañable amigo que un día apareció viviendo en
su sofá, no podía lidiar con su asexualidad. Princess Carolyn, junto a su
exitosa vida laboral, no podía tener pareja estable y se empezó a obsesionar con la
maternidad. Mr. Pineautbutter, el optimista amigo de Bojack, solo descubría sus
verdaderos sentimientos, en medio de sus alocados proyectos. Y Diane Nguyen, la
gran amiga y confidente de Bojack, trataba de encontrar su identidad y vivir moralmente en un mundo que
se cae a pedazos.
En medio de todo, Bojack es una
suerte de Quijote, que cree que la ficción es la realidad. Y al tratar de vivir
la realidad como vivía en la ficción, choca con la cruda verdad. Y esa libertad
que posee para actuar, lo muestran en todo su egocentrismo. Y por cada proyecto
que realiza, como el libro, la película o la serie de detectives, que no salen
como él lo desea, termina desbandándose y luego, tratando de enmendar su rumbo.
Y nuevamente, un desliz lo hunde más en esa infelicidad permanente que luce. Y,
la verdad aflora. Así ocurre cuando busca a Herb, amigo al cual traicionó años
atrás, pidiendo su perdón y éste no lo dispensa: “Eres un cobarde egoísta que
simplemente toma lo que quiere y no le importa una mierda a quién lastima”. O
cuando se junta con Sarah Lynn, la pequeña coestrella de Retozando, ahora
famosa cantante pop, terminando en una juerga de alcohol y drogas que se
extiende por semanas y meses, y ella apagándose en los brazos de Bojack,
mirando las estrellas dentro de un planetario, en una de las escenas más triste
y cósmica que entregó la serie.
El final de la serie muestra a
Bojack tratando de encauzar su vida, por enésima vez, lejos de sus amigos, que
han logrado encontrar algo de paz en ese tortuoso camino en busca de sentido en
sus vidas. Bojack embarcado una vez más en uno de sus proyectos televisivos, va
a una fiesta universitaria donde hace clases de actuación y lee una carta que
le ha enviado Hollyhock, el último vínculo familiar por el que él ha volcado su
cariño. Y la carta, lo deprime, una vez más. En ese momento decide verte su
frustración, bebiendo y drogándose, nuevamente. En unas rápidas y cortas
imágenes, lo vemos volviendo a su casa, que ya no le pertenece porque tuvo que
venderla, sentándose en el living a beber y mirar capítulos de su programa,
Retozando. Y aquí aparece uno de los capítulos más logrados de la serie.
A medio camino
El capítulo “A medio camino” (The
view from halfway) es el penúltimo capítulo de la última temporada del programa.
El capítulo en cuestión, se inicia con Bojack Horseman llegando a la casa de su
madre para cenar con Sarah Lynn, su coestrella de Retonzando, pequeña igual que
los años cuando actuaban juntos. Llegan con un planta de hortensias que su
madre recibe de mala manera, como siempre, y los hace pasar donde en el fondo
se ve y se escucha a otros amigos de la serie, como Herb Kazzaz. Bojack aparece
vestido como el profesor universitario en que se convirtió en la última
temporada, por lo que inmediatamente, el espectador asiduo a la serie reconoce
que no es una de los flashbacks habituales sino una de sus alucinaciones de
alcohol y drogas que frecuentemente tiene en algún momento de la serie.
Cuando entra Bojack al salón los
invitados corren detrás de un ave que ha entrado por la ventana. Esta ave es
otro de los chistes de animales antropomorfizados. Un ave del porte de un
humano que no pueden agarrar para echarla fuera. Y en el salón están los
personajes que se han visto morir en pantalla: Sarah Lynn, Herb Kazzaz,
Corduroy Jackson-Jackson (actor secundario en la película de Secretariat que se
hizo amigo de Bojack y que murió accidentalmente por asfixia autoerótica),
Beatrice Horseman (madre de Bojack). Completan el grupo, Butterscotch Horseman,
su padre, que por una “extraña y oculta razón” está encarnado por Secretariat
(ídolo deportivo de Bojack ), ambos muertos antes del inicio de la serie. Y, finalmente,
Crackerjack, tío de su madre y hermano de su abuela Honey, que nunca conoció
porque murió en la 2° Guerra Mundial. Todos atendidos por el mayordomo, Zach
Braff, “actor, director independiente, amigo de Donald Faison” según Bojack. Y
un goteo continuo, de un viscoso líquido negro que solo afecta a Bojack.
En la cena, el tema es “la mejor
parte de tu vida/la peor parte de tu vida”. Y Sarah Lynn, ahora luciendo como
la adolescente que era cuando murió, reclama que ella encarna el sacrificio. Su
vida entera la sacrificó en pos de sus fans. “El trabajo que hacemos significa
algo, la alegría que brindamos significa algo ¡Tiene que significar algo!”,
reclama Sarah Lynn. “Moriste en una borrachera hedonista” le recuerda Beatrice
Horseman, aludiendo a la juerga de meses que llevaba con Bojack al momento de
su deceso.
El sacrificio en pos de una causa
está el centro de la discusión y Cordouroy ve en el sacrifico de Crackerjack,
durante la guerra una causa más noble pues murió luchando por su país. Pero
Crackerjack relata los detalles de su deceso que estuvo lejos de ser heroico. Él
era chofer de un oficial que fue muerto igual que él, de manera rápida e inesperada
por una bala que no vieron de dónde salió. Su inmolación en aras de un ideal
mayor, parece que no tiene mayor sentido que el sacrificio de Sara Lynn.
Cuando Herb Kazzaz toma la
palabra, recuerda el momento que fue despedido del programa Retozando, por estar
involucrado en un escándalo público donde se descubrió que era gay y Bojack no
lo apoyó, optando por seguir sin él. Herb menciona ese como su peor momento.
Sin embargo, esto mismo le permitió salir del closet y dedicarse a la
filantropía. Cordouray le pregunta si obtuvo placer de su trabajo benéfico:
“Opacó cualquier otra dicha en mi vida”, fue su respuesta. Herb fue el mentor
de Bojack pero terminó decepcionado por su deslealtad. Por lo que Herb fue el
primero de la serie en hablar claro a Bojack y no aceptar sus disculpas. Esa
conversación la tienen antes de que Herb muera aplastado en un absurdo choque
con un camión de cacahuates, al que era alérgico, después de saber que su
batalla contra el cáncer de colón estaba dando buenos resultados.
“Cuando dejé Retozando, pensé en suicidarme”, comenta Herb,
“pero lo Knicks estaban teniendo una gran temporada y quería saber en qué
terminaba”. En ese momento, Butterscotch, encarnado de Secretariat, hace su
resumen de lo mejor/lo peor: “22 de agosto de 1973, me prohibieron volver a
correr y si no podía correr, nada tenía sentido. Lo mejor: saltar desde el
puente, puede irme en mis términos”. Aquí la trama se desenvuelve en dos
sentidos, la relación entre Bojack y su padre y la idea del suicidio. En este
sentido, los temas incómodos que ha tratado la serie han sido múltiples: la adicción, el aborto, la depresión, la cultura de la violación.
Sin embargo, de todos estos temas, uno que ha sido constante es el del
suicidio. Desde la primera temporada, en Bojack ronda la idea del suicidio. Un
personaje que lo tiene todo dinero, fama y mujeres, placeres que no disfruta y
que cada vez que tropieza se refugia en sus adicciones o fantasea con la idea de terminar voluntariamente con su vida. Y esta es una de las grandes interrogantes sobre la existencia que
plantea el programa y que se asocia con Albert Camus.
"No hay más que un problema
filosófico verdaderamente serio, y ese es el suicidio", dice el filósofo y
escritor ganador del premio Nobel de literatura, Albert Camus al principio de
su ensayo titulado El Mito de Sísifo.
El filósofo ya ha sido citado directamente e indirectamente a lo largo de la
serie. Y casi en el final, con todos estos fantasmas que rondan en la cabeza de
Bojack, su figura cobra una enorme importancia. Todo el accionar del personaje y
sus amigos ha sido una muestra de que la existencia en sí, no tienen sentido de
antemano y cada uno es responsable de su propio rumbo. Y que los proyectos les ayudaban a no afrontar tal verdad. Y que un proyecto de vida, en relación a otro proyecto de vida, no tiene mayor sentido si todos acaban igual. Como lo menciona Butterscotch, encarnado en Secretariat, "Yo no hice ningún esfuerzo y estoy aquí, igual que ellos". Por lo que si nada tiene sentido, la opción del suicidio está latente. Cuando los
comensales pasan a un salón con un escenario comienza un show, hecho para Bojack. Cada
personaje hace un acto artístico que finaliza al momento de entrar a una
habitación oscura al costado del escenario. El capítulo adquiere la forma estilo Séptimo sello de Ingmar
Bergman o All that jazz de Bob Fose.
El momento previó a la muerte o el momento “A medio camino” como lo anuncia el
título en español.
El maestro de ceremonia es Herb
que presenta a Sarah Lynn. Ella en una exhibición musical, canta una canción
en honor a Bojack, que en un momento dice “Muere caballito/ Tu legado vivirá”,
invitándolo a morir y terminando su actuación en un salto hacia la habitación
oscura. El siguiente en salir es Courduroy quien hace un acto de trapecio con
unas cuerdas. En ese momento, Bojack sale a fumar con su padre, quien encarnado
como Secretariat, aparece en el mismo puente donde saltó para quitarse la vida.
Con él mantiene una conversación sobre lo importante que hubiese sido que le
dijera cuanto lo amaba. Después de esa conversación Bojack quiere despertar
pero su padre le enseña la verdad: “¿Despertar? Aún no lo entiendes” y muestra desde lo alto la piscina de su casa
donde Bojack está flotando. Y se ve a él y su padre, en contrapicado, al igual que se ven Diane
y Mr. Peanutbutter en el opening de la serie, mirando desde el borde ¿El ciclo
se está cerrando?
Desde ese instante, Bojack trata
de despertar desesperadamente y todo se lo impide. Su padre, encarnado en
Secretariat, en su turno de actuar, recita un poema “La vista en medio de
la caída”[1]
(The view from half away) que se entiende como la situación que él vivió y que
ahora vive Bojack ¿Se ha suicidado finalmente Bojack? ¿Está agonizando porque se ha suicidado? El espejo del espejo.
En los constantes flashbacks
sobre la vida de Bojack, un momento de su infancia fundamental es la entrevista
a su querido Secretariat, que él ve en vivo por televisión. En la entrevista
leen una carta que ha enviado Bojack preguntando a cerca de la felicidad. La
respuesta no la puede escuchar porque sus padres discuten acaloradamente. Esa
entrevista fue la última de Secretariat pues a los días se suicida. La idea de
que la fórmula de la felicidad nunca la conocerá y que la única solución es la
muerte, es una de las sentencias que su madre le lanza: “Naciste roto, ese es
tu deuda de nacimiento. Y ahora puedes llenar tu vida con proyectos, tus libros
y tus películas y tus amiguitos, pero no te completará. Eres Bojack Horseman.
No hay cura para eso”. Su madre que también tuvo un momento en que su vida se
fue al carajo y cuya madre también tuvo una vida donde en algún momento se fue
al carajo. Por lo que Bojack siempre está echándole la culpa de su propia
infelicidad a los demás. Nunca ha sabido lidiar con sus propios errores.
Y mientras Bojack trata de
despertar desesperadamente, Herb lo presenta para su acto artístico antes de
entrar a la habitación oscura: “Esposo de nadie, padre de nadie, que nosotros
sepamos, gran comediante, actor, alcohólico empedernido, seductor talentoso y
un estúpido pedazo de mierda. ¡Él es Bojack Horseman!”. Y Bojack que aún trata de despertar pregunta qué hay dentro de la habitación, Herb responde: “Todo tiene un fin.
El goteo finalmente se detiene. Bojack no hay otro lado. Esto es todo”. Y
Bojack que corre por la casa tratando de huir de la materia negra viscosa que lo sigue y que poco a poco toma todos los rincones de la casa.
El penúltimo capítulo de la serie es un ejemplo perfecto de cómo funciona la serie Bojack Horseman. Historias tristes que no sacrifican el humor, las moralejas son algo retorcidas y la verdad no es absoluta. La narración funciona de manera perfecta y queda la sensación de estar ante uno de las grandes ficciones hechas. Funciona en muchos niveles, como diría Homero Simpson, pero lo principal, es que detrás de toda esta entretención, hay algo que queda dando vuelta y que nos obliga a preguntarnos por nuestras propias acciones, nuestros propios proyectos, nuestra propia felicidad. En fin, cómo hemos desarrollado nuestra propia existencia y nuestro propio sistema de sentidos.
Cristian
Uribe Moreno
BOJACK HORSEMAN
EEUU (2014 – 2019)
Creador: Raphael Bob Waksberg
[1] La vista en medio de la caída
La brisa débil no susurra nada
El agua grita sublime
Sus pies se balancean
Respira profundo, se detiene, ya es hora
Sus dedos ya no tocan el puente, pronto estará bajo el
agua
Con los ojos cerrados, pero espiando la vista en medio
de la caída
Una ventisca, sol de verano
Un río rico y majestuoso
Una inundación de endomorfinas trae una calma sin
igual
Ahora está todo volando
Ves todo mucho más claro que desde tierra firme
Todo está bien
O lo estaría, si no estuviera en medio de la caída
Golpeas para frenar la gravedad
¿Qué podría detener la caída?
Daría todo porque mis dedos tocaran de nuevo la cima
Pero ya está, es un hecho
El silencio ahoga el sonido antes de saltar
¿Por qué no vi la vista en medio de la caída?
Debí haber pensado en la vista en medio de la caída
Si solo hubiera sabido…
Como era la vista en medio de la caída.
Recuerdo a muchas personas queridas para mí. ¿Sabes cuánto tiempo llevo caminando por esta tierra? Quinto siglo. La gente va y viene, nace y muere. Como https://repelis24.pics en las películas...
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