NOMADLAND, EL HOGAR A CUESTAS
La tercera película de la
directora china-estadounidense Chloé Zhao, Nomadland
(2020), tiene su origen en las crónicas de no ficción de Jessica Bruder, País nómada del año 2013. En ella relata
las andanzas de un grupo de personas que viven arriba de sus vehículos, autos,
caravans o camionetas, porque no tienen dinero para pagar una vivienda o porque
la crisis financiera del 2008 desvaneció sus ahorros o porque un familiar se
enfermó o se accidentó y lo perdieron todo.
Por lo que la película es un relato que
habla de la pérdida. La protagonista de la historia es Fern (Francis McDormand)
profesora viuda, que viaja arriba de su comvi, que trabaja esporádicamente en labores menores y que encuentra a personas en su misma condición que se
desplazan por norteamericana de manera muy libre, especialmente en el desierto.
El momento es post crisis económica 2008 por tanto hay centenares de personas
sufriendo lo mismo. Un mundo donde no existe la ayuda económica, social o
espiritual. Un mundo donde lo único que se ve es al individuo luchando solo por
él mismo. Recomponiendo los lazos sociales extraviados.
En esta precariedad, es el
individuo quien reafirma nuevas convicciones para salir a delante. Nueva manera
de mirar el mundo y sus relaciones. Una manera más afín con la naturaleza, más
conectada con quien necesita ayuda, con el que espera en el camino poder ser
socorrido o un momento de conversación, pero sin perder la libertad de
desplazarse donde y cuando quieran.
Hay algo circular en la película,
como si el hombre se hubiese transformado en un animal más que se mueve en
torno a las estaciones. En medio de una naturaleza que domina las imágenes, el
sol tanto en su aparición o puesta es testigo de estos nuevos nómades.
La película muestra la otra forma
que encontraron estas mujeres y hombres de relacionarse. El trueque, la ayuda
desinteresada, el dinero justo para vivir y movilizarse. Nada de acumulación ¿Cuáles
son los motivos de sus desplazamientos? El ir a ver a los animales nacer, el
sentir el viento en la cara, el nadar en un solitario lago lejos de todo. Eso
son los momentos que se atesoran y que se transmiten cuando ellos se
reencuentran en el camino.
Además de sus experiencias de
vida en el camino, están sus experiencias de vidas pasadas: familiares y personas
que ya no están, pero que forman parte del equipaje que se lleva a cuesta.
Nadie está olvidado, dicen en un momento.
Sin embargo, esta nueva forma de
vivir también se puede leer como el nuevo proletariado ultra precarizado. En
una muestra más de este capitalismo tardío, las relaciones laborales que se cumplen
con las empresas (como Amazon) son solo por días o semanas. Ellos representan
la mano de obra barata. Así como son la muestra de un sistema de protección
social prácticamente inexistente y de un vínculo empresa – obrero que ya no
existe. Ese rol social que tenía las empresas, ejemplificado en la vida que
tenía Fern con su esposo cuando vivían en el pueblo construido por la compañía
minera, están en un tiempo muy pretérito. Solo quedan ruinas.
Esas relaciones dentro de una
sociedad que parece arrasada constituyen el núcleo de esta forma de vida, mucho
más individual, mucho más respetuosa del medio ambiente, mucho más en armonía con
los ecos de la naturaleza. Una especie de mundo post apocalíptico. Reforzado
por las imágenes donde predominan los tonos oscuros y los colores magenta.
El cine de la directora es un
cine que dialoga con las personas. Una representación con fuertes vínculos con
la realidad. Una realidad ficcionalizada por un documento o una realidad
documentada por una ficción. Por lo que al presentar el relato, la mayoría de los personajes son actores no
profesionales, personas de carne y hueso que han vivido en algunas instancias
las acciones representadas. Y no solo en esta película donde solo
los dos personajes principales son actores profesionales, sino que en sus
filmes anteriores.
Songs my brothers taught me (2015) y The rider (2017) están en sintonía con Nomadland. En ambos filmes se ve a personajes que están en crisis.
Están en una instancia donde deben tomar una decisión que debería cambiar
radicalmente sus vidas. En el caso de Songs
…, John debe decidir si deja o no el pueblo para ir a Los Angeles, dejando
atrás su familia y sus raíces. En The
rider, Brady no puede seguir con la pasión de su vida, que es montar
caballos, pues podría morir. Y en este punto, debe tomar una determinación que
cambie radicalmente su existencia. En Nomadland,
vemos que este trance ya ocurrió. Ya se cruzó la frontera. Fern tomó la
decisión de tener una nueva vida en la carretera dejando de lado lo que era
hasta ese momento su vida. Y lo que vemos son las consecuencias de esa osadía.
La película está en consonancia
con un nuevo modo de sensibilidad. Un modo que busca una nueva mirada a cómo
nos relacionamos entre nosotros y con la naturaleza. Un nuevo ritmo, una nueva
existencia. Filmada casi como un documento, Nomadland es un tremendo ejercicio que consolida a Chloé Zhao como
una voz propia y un mundo personal que mostrar.
Cristian
Uribe Moreno
NOMADLAND
EEUU 2020
Dirigida por Chloé Zhao
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