FIRST REFORMED: BUSCANDO A DIOS EN EL VACIO.
First Reformed (2017) es una película que desde este mes se puede apreciar en la plataforma de Netflix. La cinta está dirigida por Paul Schrader,
legendario guionista de Taxi driver (1976),
Toro Salvaje (1980) y La última tentación de Cristo (1988),
entre otras; también director de películas como American Gigoló (1980), Mishima
(1985) y Aflicción (1997); así como
autor de uno de los libros más influyentes en la crítica sobre cine: El estilo trascendental en el cine. Ozu,
Bresson, Dreyer (1972). Pero autor de proyectos fallidos como El exorcista. El comienzo (2005). Sin
embargo, esta película debe estar entre sus mejores trabajos.
First Reformed es el nombre de una iglesia ubicada
en Albany, un edifico que pronto cumplirá 250 años de existencia y cuyos
preparativos de celebración están en marcha. A cargo del templo está el pastor
Ernest Toller (Ethan Hawk). Se lo ve dirigiendo una ceremonia religiosa ante un
muy escaso público. Después de la misa, se acerca Mary, una feligrés, para
pedir un favor: quiere que hable con Michael, su esposo, que hace poco salió de
la cárcel en Canadá por defender una causa medioambiental. Mary está
embarazada. Lo que más le preocupa del comportamiento de su pareja es su
postura en relación a su futuro hijo: él no quiere que venga al mundo. Al
conversar con Michael, Toller escucha la pasión con que él presenta su causa ambientalista,
rayana en el fanatismo, sobre como el hombre destruye el planeta y que sería
irresponsable traer a un niño a este mundo. La conversación hace mella en el
sacerdote. De ahí en adelante, queda dando vuelta en su cabeza esta idea de la
destrucción medio ambiental.
La
presentación del sacerdote es en su cuarto, escribiendo un diario, un
experimento que desea mantener por un año. Se escucha su voz en off leyendo lo
que va anotando. El diario será una forma de conexión entre él y Dios pues no
puede orar. Desde hace tiempo, no puede orar. Unas tomas cortas detallan las
pocas posesiones que pueblan la habitación. Sentado en el suelo con solo la luz
de una vela, no sabe si sobrevivirá escribiendo durante el año. Se nota
desesperación y soledad. De esta austera presentación de alguien que vive con
lo mínimo, se podría pensar que es un asceta. Pero en realidad, lo que se va
percibiendo, del vacío de la iglesia y de lo vacío de su cuarto, es reflejo de
una existencia vacía. Su sufrimiento personal lo vive en su cuarto. De este
modo, las tomas muy geométricamente encuadradas, cuando está en su habitación, parecieran
representar una cárcel sin barrotes.
El
origen de este abismo existencial en el que está sumido el sacerdote, está en
la muerte de su hijo en la guerra de Irak. Esta información Toller la cuenta a
Michael para convencerlo de que es mejor traer a su hijo al mundo, a no. A sus
problemas espirituales, se suma sus problemas corporales pues en una escena se
ve a Toller que orina sangre de manera dolorosa. La caída también es física.
La
iglesia First Reformed es presentada como una pieza de museo, donde el mismo
Toller da tours. Por esto, él encaja perfectamente en este templo pues puede
ser considerado una pieza de museo más. Al perder la fe, solo es una cáscara
que no cumple la función para la cual se convirtió en pastor.
Toller
sigue tratando de ayudar a Michael, pero un giro inesperado lo enfrenta
nuevamente a su propia inutilidad como representante de Dios y de ayuda a los
hombres. Sin embargo, la lucha medioambiental de Michael comienza a rondar en
su cabeza y la transforma en su propia causa. La aparición de Edward Balq
(Michael Gaston) dueño de las empresas Balq y verdadero propietario de la
iglesia First Reformed da imagen al enemigo a combatir. Balaq es fiel
representante del capitalismo salvaje que depreda al planeta. Destrucción que
se presenta sobretodo en la contaminación de las aguas. El lugar sagrado donde
se originó la vida se muestra en un inmenso colapso.
En
este mundo, donde la iglesia no da paz a las almas atormentadas, la ciencia tampoco
se muestra como una opción para salvar almas o al planeta. Mientras más avanza
la tecnología más contaminación se vierte al planeta.
Y
en este mundo que se va derrumbando, producto de la contaminación y la
destrucción, la iglesia First Reformed, que brindó refugio en tiempos de
esclavitud a los esclavos fugados, sirve al padre Toller para esconder su
propio calvario. Sin embargo, la iglesia como institución no puede hacer nada para
ayudar a su gente. Y menos puede hacer algo ante las empresas que contaminan
pues es financiada por una de ellas.
En
un momento se ve a Mary acudir a la casa del padre Toller, por ayuda, y aquí se
produce el otro quiebre de la historia. La escena en cuestión le da al relato
una dimensión absolutamente inesperada. El tono melancólico y sereno del film
se transforma.
En
tanto, la enfermedad del padre se va agudizando al igual que la destrucción de
la tierra. Todo se derrumba alrededor del padre: crisis de fe, crisis del
cuerpo, crisis de las instituciones, crisis del planeta. Todo va en una sola dirección:
la solución solo puede ser radical.
Todo
se va a precipitar en una escena final que es dolorosa, luminosa y abrupta. La
música que se escucha al final, sirve de acompañamiento ideal para la situación
que vemos a través de un montaje alternado. Asimismo, los cambios de luz son
esenciales para entender un desenlace que es más abierto de lo que alguien
espera. No hay una sola forma de entenderlo y una explicación no excluye a la
otra. Los ecos de Bresson, Ozu, Tarkovsky, Scorsese y de la propia obra de
Schrader se mezclan en un film incómodo y amargo. Una obra que expone la mirada
de un realizador criado en la religión calvinista y cuyos personajes sufren
buscando algo de paz, al igual que Toller, en un mundo lejos de la protección
de Dios. Con uno de esos finales que queda en la retina y en el corazón y que solo
el cine puede dar.
Cristian
Uribe Moreno
FIRST
REFORMED
EEUU,
2017
Dirigida
por Paul Schrader
Comentarios
Publicar un comentario