LA LÍNEA INVISIBLE Y PATRIA: REPRESENTACIONES AUDIOVISUALES DEL CONFLICTO VASCO
Continuando
con las producciones españolas, el streaming de HBO Max brinda una tremenda
oportunidad de acercarse a dos realizaciones de gran calidad que coinciden en
un tema hasta ahora poco abordado por la televisión española: el terrorismo de ETA
(Euskadi ta Askatasuna, País Vasco y Libertad). Las producciones La línea invisible (2020) y Patria (2020) coinciden en presentar
distintas aristas de un enfrentamiento que se extendió por más de cuatro
décadas dejando centenares de muertos y heridos.
Si
bien las producciones televisivas y cinematográficas han abordado el tema de
la ETA, no es común que la televisión concuerde en un tema históricamente sensible para la sociedad hispana. Asimismo, la mayor parte del
trabajo audiovisual televisivo que se puede encontrar, son realizaciones de tipo
noticieros y documentales. Sin embargo, se ve un giro en este sentido que unido
al cese de las acciones de la agrupación terrorista, han permitido que las
producciones audiovisuales de ficción se enfoquen en las causas y consecuencias de un conflicto que tanto tiempo sufrió la sociedad española y en especial, la comunidad vasca.
La línea invisible es una miniserie de 6 capítulos que
presenta un hecho histórico, el primer asesinato de la organización ETA.
Ambientada en los años sesenta, la serie relata como Txabi Etxebarrieta (Alex
Monner) llega a liderar la incipiente asociación política y toma la decisión de
comenzar con las acciones armadas. Él mismo balea a un policía de caminos,
siendo la primera víctima oficial de ETA. Txabi es el primero que cruza esa
“línea invisible”, suerte de frontera simbólica que nadie había sido capaz de
traspasar, que llevará a muchos a seguir el camino de la lucha armada contra,
en ese tiempo, la dictadura de Franco. La serie como buena producción de época,
cuida detalles temporales, de espacio y ambientación, tratando de recrear el
contexto de donde surge esta primera generación de ETA. En el relato, los
motivos de tal decisión son fruto de una consensuada política de insurgencia unida
a la acción fortuita del momento. Así lo muestran las principales acciones
criminales del relato: el planeado asesinato del inspector Melitón Manzanas
(Antonio de la Torre), un implacable y sádico policía que perseguía a los
grupos políticos, y la azarosa muerte del policía de caminos, José Antonio
Pardines. Aunque la serie entretiene, el hecho de buscar la rigurosidad con la
historia oficial, es decir, tratar de ceñirse a los acontecimientos tal y como
ocurrieron, quitan un poco de fuerza al relato. En este aspecto, la serie tiene
cierto aire de documento histórico. Algunos personajes son presentados
maniqueamente y en otros la motivación de sus acciones no queda del todo clara.
Así la energía del acontecimiento histórico diluye el espacio de representación
ficcional a medida que el relato avanza. La excepción es la actuación de Antonio
De la Torre, acaso uno de los mejores actores españoles del momento.
En
el caso de Patria, creada por Aitor Gabilondo,
la base es la homónima novela de Fernando Aramburu. En ella el conflicto de
ETA, se centra en dos familias muy unidas a través de sus diferentes integrantes: los
papás son amigos, las madres son amigas, las hijas salen juntas. Todo comienza
a cambiar en el momento que uno de los hijos entra a militar en la organización
terrorista. El destino de ambas familias se ve severamente trastocado.
Aunque
los méritos de esta serie están en la base del libro de Aramburu, obviamente, no
es necesario haber leído el libro para entender la serie. Pero al leer la
novela antes, da una serie de informaciones que permite situarnos mejor dentro
de las distintas tramas que maneja la serie. Además de disfrutar de uno de los
textos más destacados de las últimas décadas en lengua española. El traspaso de
tan compleja estructura literaria a lo audiovisual no debió ser fácil. Pese a
esto, la fidelidad a la narración y a la vez presentar algo atrayente a la
audiencia, está resuelto con gran sutileza.
Así,
lo primero que llama la atención, es la manera que este relato entrelaza las
líneas de tiempo narrado. El presente de la narración es el momento que ETA
declara el cese de sus acciones, a través de un comunicado por televisión. En
ese instante, Bitori (Elena Irureta), la madre de una de las familias, decide
volver a su pueblo, a averiguar qué ocurrió el día en que ETA mató a su marido,
Txato Lertxundi. Desde ese presente vemos como los hechos pasados flotan
confundiéndose con los contemporáneos, configurando una sociedad vasca dividida
por el accionar del grupo. En el relato, la familia de Bitori cumplirá el rol
de la familia golpeada por las acciones de la banda armada. En cambio, la
familia de Miren (Ane Galarain) mostrará la suerte del grupo familiar que apoya
a ETA. Ambas familias son “el cara y sello” de una comunidad que vivió por décadas
el poder de la organización. Ese fluir de tiempo y acciones que son
introducidas sin ser presentadas, es lo mejor de la serie. Un tiempo que se
estira por décadas y que va diseccionado por capas a los dos grupos familiares,
como si fuera una cebolla, exhibiendo los momentos que van impactando a los
diferentes miembros para que se pueda entender la tragedia en toda su
dimensión. Un verdadero juego de espejos a lo largo del tiempo.
Además,
al tener de base un libro, los personajes están mucho mejor dibujados. Sus
decisiones dentro del relato están perfectamente retratadas y justificadas. En el
centro de ambas familias están Bitori y Miren como las columnas que sostienen
sus grupos familiares. Esta Patria está dominada por las madres, constituyendo
una verdadera “Matria” que influye en el destino de los personajes. Y los
detalles de cómo cada uno va tomando su propio camino está retratado de una
manera más compleja y completa que en la serie La línea invisible. Patria no está amarrada a los hechos históricos
y eso la hace más dúctil y fluida. Un relato que permite una reflexión más acabada
del conflicto.
Resumiendo,
ambas producciones buscan desentrañar, a través de la ficción, las cicatrices
que dejó ETA en la sociedad española. Desde distintas miradas, se intenta esclarecer
tales huellas. Si bien, una realización profundiza más que otra en este afán de
representación, ambas están a una gran altura. Y son un paso necesario de una
sociedad que quiere dejar atrás el horror de esos años, sin olvidar las profundas
fracturas de este conflicto. Y para esto, la ficción es un aliado indiscutible.
Cristian
Uribe Moreno
LA LÍNEA INVISIBLE
España 2020
Creada por Abel
García Roure
PATRIA
España 2020
Creada por Aitor
Gabilondo de la novela Patria de Fernando
Aramburu
Comentarios
Publicar un comentario