LA (IM)PERCEPTIBLE PERVERSIDAD DE CLAUDE CHABROL

Hacia el final de Parásitos (2019) de Bong Joon-ho (nuevamente un final), emerge una furia, una furia contenida, al parecer, por años de malos tratos, sumisión y marginación. Esa cólera desenfrenada se puede conectar directamente con el proceder con que actúan las protagonistas de una obra maestra de Claude Chabrol, La ceremonia (1995). Allí, la pulsión desatada de Sandrine Bonnaire e Isabelle Huppert toma por sorpresa al espectador poco habituado. No obstante, los seguidores del cineasta francés, ya habían leído alguno de los signos que la película iba dejando y la tragedia se palpaba en el ambiente. En el caso de Parásitos , la narración presenta distintos giros antes de llegar al final. Nuevamente Bong Joon-ho es bastante ecléctico en su relato pues pasa por varios géneros: comedia, drama, terror, etc. Por ejemplo, de una comedia con tintes sociales que se vislumbra en algún momento, pasa a un drama psicológico y oscuro, al mejor estilo de El sirviente de Joseph Losey (...